La presente recopilación histórica tiene como finalidad
rescatar a la citricultura de la pasividad social en la que ha quedado
sumida. Queriendo distinguirla de las actividades agrícolas como
la más tradicional en esta región y que así sea entendido
por la sociedad entrerriana.
El trabajo tuvo su orígen en la propuesta realizada por la FeCiE.R.
(Federación del Citrus de Entre Ríos) al Instituto de "Profesorado
Concordia" D-54, que nos convocó a recrear la Historia de
la Citricultura de la zona. Ante esta solicitud, decidimos formar parte
de tan compleja y cautivante labor, además de realizar la investigación
requerida por la cátedra de Epistemología de Ciencias Sociales,
perteneciente a la carrera de Historia.
La recopilación se realizará mediante el análisis
e interpretación del testimonio vivo de los productores del sector,
luego se enriquecerá con material bibliográfico o documental
accedido.
El espacio físico estudiado es la Costa del Río Uruguay,
en su margen occidental sobre los Departamentos de Concordia y Federación.
Aquí se ubican las localidades de Federación, Chajarí
y Villa del Rosario, lugares donde se ha realizado un extenso trabajo
de campo. De manera similar se realizó en varios pueblos de los
alrededores de Concordia (Villa Adela, La Criolla y Colonia Ayuí).
En la entrevista realizada a la profesora de Geografía; Analía
Correa Gaby, nos informa que: ..."esta región posee clima
y suelos idóneos para el cultivo de plantas arbustivas perennes.
La franja Este del Río Uruguay, 30 km. aproximadamente, posee características
de suelos difíciles de manejar que se denominan suelos pardos castaños.
Con relación al clima; a partir de Concordia es templado pampeano
puro. Estas particularidades físicas convierten a la región
en zona apta para el cultivo de citrus en especial el de mandarina".(1)
Destaca que ésta propiedad en el suelo también es posible
encontrarla en los valles subtropicales del Noroeste argentino. Allí
encontramos a Tucumán donde se produce limón y naranja,
entre otras regiones pertenecientes a este determinado espacio físico.(2)
El censo del año 2004 refleja que Concordia cuenta con un total
de 13.790 hectáreas de citrus, de las que 289 pertenecen a pequeños
productores. El resto forma parte de grandes empresas.
En Federación hay 27.409 hectáreas plantadas de las que
1.135 se adjudican a pequeños productores. Se considera que un
pequeño productor, es aquel citricultor con un máximo de
15 hectáreas. (3)
De lo antes mencionado se interpreta que Federación posee mayor
cantidad de pequeñas empresas familiares, en oposición a
Concordia que cuenta con un mayor número de hectáreas, cuyos
propietarios pertenecen a grandes firmas productoras.
Esta singularidad probablemente haya inferido en la predisposición
de los productores para participar en la recopilación de datos
que llevamos adelante por medio de la realización de entrevistas,
durante un período de cuatro meses.
Nuestra experiencia para acceder a concretar las entrevistas en Concordia
y zonas de influencia, demostró la falta de interés participativa
de ciertos productores; motivo por el cual fue imposible cumplir con el
número de entrevistas fijadas, entorpeciendo la labor científica.
A pesar de estas dificultades resaltamos la colaboración, desinteresada
y amena de quienes han contribuido.
Sin embargo, en Federación y alrededores la recepción fue
completamente diferente, los productores se manifestaron predispuestos
a colaborar con la tarea investigativa.
Vale reconocer que en esta investigación histórica no goza
de relevancia el criterio cuantitativo, sino el cualitativo reflejado
en el testimonio de los entrevistados, los cuales citamos en breves transcripciones,
permitiéndonos reconstruir, al menos en parte, los procesos socio-históricos
de la citricultura regional.
La ultima parte del trabajo esta conformado por el anexo. En él
se encuentran documentos, material fotográfico y cartográfico
al cual hemos accedido y consideramos pertinente sumarlos a la obra.
Anhelamos que usted lector, admire a través de la siguiente producción
como se ha regado en la zona la tradición citrícola que
han sembrado quienes trajeron desde tierras lejanas los frutos que hoy
enorgullecen este rincón entrerriano.
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