Entre Ríos | Argentina - 02.04.2025
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Contexto Histórico de referencia


Argentina y Entre Ríos en la década del '30

Cualquier análisis de la economía iniciada en 1930 se sitúa primero en la crisis económica internacional desatada en 1929. Esta crisis constituye el comienzo de un período denominado "La Gran Depresión", que duró hasta ya iniciada la década del 40´. Fue la crisis más profunda que padeció el capitalismo en su historia.
La Gran Depresión se identificó por su carácter a nivel mundial, su larga duración e intensidad; la total contracción del comercio mundial y la caída radical del empleo, que afectó con diferente intensidad a todos los países del mundo.
Las medidas proteccionistas se agudizaron progresivamente y cada país dirigió su propio camino para mejorar la situación.(1)

El cambio radical fue que:
"…el capitalismo liberal daba paso a un capitalismo marcadamente nacionalista e intervencionista…". (2)

La economía mundial se encontraba dividida entre países: productores de bienes de consumo y países productores de bienes primarios. Las políticas económicas implantadas, a partir de la intervención estatal, procuraron reducir las importaciones y los países abastecedores de productos agrícolas, como Canadá y Argentina, entre otros, resultaron gravemente afectados por el descenso de la demanda. (3)
La situación en la Argentina, se fue desarrollando influida por el contexto económico mundial y por sus propios conflictos políticos y sociales.
El 6 de Septiembre de 1930, el General José Uriburu precipitó el derrocamiento de Irigoyen, quebrando así la continuidad democrática iniciada en 1912 con la ley Sáenz Peña. (4)

El General José Uriburu, presidente provisional de la Nación, impulsó un proyecto cooperativista y antiliberal. Pero la clase política reaccionó en contra de la Dictadura y se convocaron nuevas decisiones realizadas en Noviembre de 1931. El escrutinio dejó como nuevo presidente electo a Agustín P. Justo, miembro del partido de la concordancia, denominado así porque en él se juntaban los conservadores, los radicales antipersonalistas y los socialistas independientes. De esta forma el país volvió a ser una República Conservadora. Pero lejos estaba de ser un país democrático. El gobierno de Agustín P. Justo, para mantenerse en el poder sin el apoyo necesario "se valió de tres instrumentos políticos: el fraude, las intervenciones federales a las provincias y la violencia política". (5)
La problemática situación política iba acompañada por una grave crisis económica. Para salir de las dificultades más urgentes el gobierno recurrió a empréstitos internos y externos, aunque el verdadero reajuste de la economía nacional fue la defensa de los grandes productores.

La crisis provocó que el comercio mundial se cierre a las importaciones y Argentina apeló a los acuerdos bilaterales para poder vender sus productos. Uno de estos acuerdos fue el de 1933 firmado en Gran Bretaña. El tratado Roca-Runciman establecía un régimen de exportaciones de carnes argentinas compensadas con grandes ventajas, que se le concedieron al capital invertido en el país. Dentro de estas ventajas se encontraba la concesión del monopolio de los transportes de la ciudad de Buenos Aires.
Gradualmente el gobierno de Agustín P. Justo, comenzó a manifestar sus intenciones. Previo a su presidencia la economía había estado librada a iniciativas privadas, pero a partir de entonces el estado asumió una actitud marcadamente intervencionista. Se creó el Instituto Movilizador, para favorecer a los grandes productores cuyas empresas estuvieran amenazadas; se estableció el control de cambio para regular las importaciones y el uso de divisas extranjeras, además se creó el Banco Central, agente financiero del gobierno y regulador del Sistema Bancario. (6)

"En el campo de la producción el principio intervencionista se manifestó a través de la creación de Juntas Reguladoras: las carnes, los granos, la vid y otros productos fueron sometidos desde ese momento a un control gubernamental que determinaba el volumen de la producción con el objeto de mantener los precios". (7)


La Junta Reguladora de Vinos elaboró un plan de extirpación de viñedos que ordenaba, por medio del Decreto Nº 69.290, del 07 de Octubre del año 1935, la erradicación de los viñedos en la zona de Entre Ríos. Luego se extendió un nuevo Decreto en 1936 dando un plazo mayor para la concreción.
El período comprendido entre 1924 y 1932, coincide con la decadencia de la vitivinicultura en esta región, motivada en gran parte por las sobreproducciones en Mendoza y San Juan. Por otro lado la citricultura estaba dejando mejores márgenes económicos y su cultivo no demandaba tantos gastos como la vid. Progresivamente los agricultores prefirieron el cultivo de citrus, abandonando el de la uva. (8)

A pesar de la creación de las Juntas Reguladoras de los diversos productos nacionales y de la inclinación productiva hacia el cultivo citrícola en Entre Ríos, hubo que esperar hasta 1967 para que el gobierno autorice la creación de la Junta Reguladora de Citrus provincial, concedida por la ley 4.639/60 de mencionada provincia y por el Decreto nacional Nº 1.754.

La función primaria de la junta era promover el mejoramiento y racionalización de la citricultura en todos los aspectos de la producción, cosecha, empaque, transporte, comercio e industrialización y promoverla como actividad mediante una Fiesta Nacional de la Citricultura que debía realizarse anualmente. Pese a la labor la entidad fue disuelta en 1983 sin razones elocuentes. (9)

El sector industrial argentino fue el más desarrollado alcanzando un monto de 4.000 millones de pesos hacia 1941 marcando un record en la industria nacional. El gobierno puso el acento en el fomento de la actividad productora inclinada hacia el mercado interno. Fue así como se elaboró un plan de protección y estímulo de la industria local, cuya expresión más acabada fue el Plan de Reactivación Industrial confeccionado por el Ministro de Hacienda Federico Pinedo. (10)

La propuesta del ministro era normalizar en forma provisoria las regulaciones con Estados Unidos, pero tuvo que esperar hasta 1941 para que esto se concrete en la firma del Tratado Comercial Bilateral. Este no resolvía el tema de las exportaciones, solo facilitaba el abastecimiento de los mercados norteamericanos. El Plan presentaba claras intenciones de expandir el ingreso, aumentar la producción nacional y fortalecer la balanza de pago. Para que esto se realizara era necesario crear el mercado interno y fortalecer las relaciones comerciales con el exterior. (11)

Al mismo tiempo la agricultura atravesaba una crítica situación, como consecuencia de la caída de los precios internacionales de los productos primarios. Esto impulsó que en Argentina se produjera un movimiento migratorio interregional de las zonas rurales y agrícolas hacia los centros industriales en busca de trabajo y mejoras salariales. El traslado se orientó hacia el Gran Buenos Aires principalmente.

Los cambios en la economía promovieron cambios en la composición de las clases sociales, en la organización sindical y en el grado de especialización de los nuevos trabajadores fabriles, a los que se sumó la incorporación de la mujer al trabajo fabril.
La fuerza que adquiere el movimiento sindical en la Argentina en los últimos dos años de la década del treinta, será una de las razones que le otorgará un papel protagónico entre los años 1940 y 1945, radica precisamente en que a partir del año 1938, prácticamente desaparecerá la desocupación. (12)

El resultado de las políticas implementadas por Pinedo, fue convertir a la Argentina en el primer país de América Latina en salir de la crisis.
A pesar de los intentos que presentaba el Plan, la economía argentina continuó reflejando características del sistema agro-exportador. (13)

 

(1) RAPOPORT, Mario. Historia, Económica, Política y Social de la Argentina.(1880-2000).
Buenos Aires, Ediciones Macchi, 2000.
(2) Op. Cit. Pág. 206.
(3) Op. Cit. Pág. 208 - 210.
(4) Op. Cit Pág. 212.(5) ROFMAN, Alejandro y Romero, José Luis. Sistema Socioeconómico y estructura Regional en la Argentina. Buenos Aires, Amonortus Editores, 1997. Pág.156 -157
(6) ROMERO, José Luis. Breve Historia de la Argentina. Buenos Aires, Tierra Firme, 1997. Pág: .145.
(7) Ibídem.
(8) REISSENWEBER, Rosa María. OSUNA, María Elena. "La vitivinicultura en Concordia, desde 1910 hasta su finalización y el comienzo de la citricultura". Departamento de Historia y Latín. Nº 89. Instituto de Profesorado "Concordia".1982. Capítulo VI. Pág. 43 a 54.
(9) Ibídem
(10) Op. Cit. ROMERO, José Luis. 1997. Pàg. 146.

 
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