Desarrollo de la Citricultura en el Departamento Concordia
San Antonio de Padua de la Concordia fue oficialmente
fundada el 29 de noviembre de 1832, en un sector estratégico del
bajo Río Uruguay, creándose un puerto y lugar de transito
en la ruta Misiones - Río de la Plata.
El tiempo transcurrido desde aquel histórico momento no pasó
en vano y el rápido crecimiento de su urbe le valió el reconocimiento
de ciudad cabecera de un extenso territorio que, a partir de 1849 conformó
el primer Departamento de Concordia.(2)
Hacia fines del siglo XIX se distinguía un intenso incremento comercial
e industrial, que la convertía en la cabecera del Departamento
superando en número de habitantes a otras ciudades de la región.
En 1893, Concordia contaba con 214 establecimientos industriales y 542
casas de comercio.
El progreso material de la ciudad generó el desarrollo agro-ganadero
en el que se destacó la producción de viñedos y ganado.
(3)
Hacia los últimos años del siglo XIX, llegó a esta
pujante ciudad Don Augusto Niez, quien será considerado el primer
gran citricultor de la zona.
El Señor Niez era inmigrante francés de oficio picapedrero
que se trasladó a nuestras tierras en 1875 aproximadamente, con
un bagaje de conocimientos artesanales y deseos de trabajar en este país;
así lo presentó su nieto el Señor Enrique Niez en
la entrevista que nos ofreció.
El señor Niez nos relató que su abuelo compró en
esta localidad un total de siete manzanas ubicadas entra las calles San
Lorenzo y Damián P. Garat y San Juan, y hacia el Norte por la calle
Néstor Ramón Garat, lo que serian las inmediaciones de la
actual Terminal de Ómnibus. Allí comenzó con una
plantación de viñedos entre otros frutos y con el tiempo
se dedicó exclusivamente al citrus. (4) (Ver plano Página
15).
Plano de la quinta del Sr. Augusto Niez
Aporta que en esta zona ya era conocida
la naranja criolla, traída por los jesuitas, y que había
grandes quintas como la de la familia Pereda, pero que su abuelo introdujo
el cultivo de mandarina. (5)
En el libro "Historia del Trabajo" de Entre Ríos, cuyo
Capítulo numero dos está dedicado al trabajo citrícola
en Concordia se pueden encontrar antecedentes de la actividad y de las
primeras familias de citricultores, entre ellas el inicio del Señor
Niez.
Se comenta que el señor Augusto Niez añadió a su
quinta el cultivo de mandarina a raíz de una casualidad:
Ocurrió que un hotelero de la ciudad,
amigo del Señor Niez, le regaló un cajón con un almácigo
de plantines olvidado por un pasajero que viajaba a Brasil. De esta manera
comenzó el cultivo de mandarinas y desde entonces vivía
para sus arbolitos. (6)
La quinta recibió el nombre de "Les
Mandarines" y la producción que se extraía de allí,
a pesar de no ser copiosa, era vendida en el mercado de Abasto en Buenos
Aires.
El Mercado de Abasto se fundó en 1889, y su nuevo edificio, que
se ve en la foto, se inauguró el 24 de mayo de 1934. (Fuente: Fascículos
de Historia Argentina de La Nación, 1998).
En relación a las técnicas
de trabajo que se utilizaban en los rudimentos de la actividad, Enrique
Niez reconoce que su abuelo "hacía todo de forma manual",
como era de esperarse en un país donde aún no existía
la industria pesada. Relata que el arado se hacía con animales
de tiro y las heces eran usadas como abono para la tierra, porque no poseían
fertilizantes químicos. También la roturación de
la tierra era diferente y el riego era manual. (7)
Augusto Niez continuó trabajando en la quinta hasta su fallecimiento
en 1900, quedando como heredero de la quinta su hijo Armando, quien se
encargó de intensificar la producción citrícola.
Uno de los motivos por los cuales tomó esta decisión fue
porque en 1934 el Gobierno Nacional estaba interviniendo para que se extirpen
los viñedos de la zona. Fue así como la quinta "Les
Mandarines" se dedicó exclusivamente al citrus hasta su desaparición.
Muchos agentes influyeron en el cese de la estancia como industria familiar.
Los más significantes a los que aludió el Señor Niez
son dos: la reducida extensión de la quinta no permitía
el cultivo de mayor cantidad de plantas y el rédito económico
que se lograba no era suficiente; subsiguientemente influyó el
trazo del Boulevard San Lorenzo que atravesó
la quinta y la dividió en dos, entorpeciendo el cuidado de la misma
y haciéndose mas frecuentes los hurtos. Con los años fue
vendida por los distintos sucesores. (8)
Por su labor, la Municipalidad de Concordia y la Junta Provincial de la
Citricultura honraron al Señor Niez con el nómino de "Pionero
de la citricultura" y el 3 de diciembre se 1970 se colocó
una placa de bronce alusiva, en el edificio situado en la calle San Juan
y Augusto Niez, esta ultima recibió el nombre porque traspasa por
su eje este-oeste lo que fue la quinta "Les Mandarines". (9)
Actualmente la familia Niez no se dedica al cultivo; el Señor Enrique
y sus hermanos se dedicaron a actividades diferentes cuando murió
su padre, pero reconoce y recuerda a su abuelo como el gran iniciador
del cultivo de mandarina en Concordia.
Hay registros que durante las dos primeras décadas del siglo XX,
Concordia no gozaba de una intensa producción cítrica sino
que su progreso se inclinaba hacia la vitivinicultura a tal punto que
la Secretaria de Agricultura de la Nación funda, en 1912, la Estación
Experimental de Vitivinicultura y Horticultura del Litoral. (10)
La mayoría de las entrevistas coinciden en no poder especificar
un periodo y, menos aún, una fecha exacta para ubicar a la citricultura
como la "nueva actividad en la zona". Destacan el crecimiento
paulatino que comenzó en las quintas familiares donde no solo había
citrus, demás se plantaban vid, frutas varias y, en ocasiones,
se criaban animales de corral para el consumo de la familia y la comercialización.
De uno de estos ejemplos forma parte la familia Ferrari. En la entrevista
realizada a la Señora Higinia Ferrari expreso que su papá,
Francisco Ferrari, compró en 1925 unas 25 hectáreas en las
cercanías a Osvaldo Magnasco, un pueblo ubicado a 20 Km. de la
ciudad de Concordia. Su padre era un auténtico agricultor, él
no solo plantaba sino que hacia los injertos y vendía los plantines.
Ella y sus nueve hermanos trabajaban todo los días dedicados a
la cría y cuidados de animales de corral y al cultivo de frutas
y hortalizas. Su familia se autoabastecía en casi todas las necesidades
básicas. (11)
(2) PEZZARINI, Heriberto Maria.
El Proceso fundacional de Concordia. Cuadernos de estudios regionales
Nª 1. Instituto regional de investigaciones científico-culturales.
Entre Ríos. 1981. Pág. 5.
(3) CASTELL, Juan Miguel. "Pueblos, estaciones y apeaderos del Ramal
Ferroviario Concordia-Federa"l. En XIV Encuentro de Geo-historia
regional del nordeste. Entre Ríos. 1984.
(4) Data: Entrevista al Sr. Enrique NIEZ. Concordia. 13 de septiembre
de 2005.
(5) Op. Cit. Entrevista al Sr.
Enrique Niez..
(6) MARTINEZ VELÁZQUEZ, Máximo y HORISBERGER, Víctor
Fidel. Historia del Trabajo en Entre Ríos. Tomo II Departamento
Concordia. E. R. Graf. 1943.
(7) Op. Cit. Entrevista al Sr. Enrique Niez.
(8) Op. Cit. Entrevista al Sr. Enrique
Niez.
(9) Ibídem.
(10) Informe AIANER. Entre Ríos. 2000.
(11) Data: Entrevista a la Sra. Higinia Ferrari. Concordia, 6 de Septiembre
de 2005.
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